But
what’s puzzling you
Is the nature of my
game, oh yeah, get down, baby.
Con cincuenta años de retraso llegan a La Habana “Los
chicos malos del rock and roll”, ahora convertidos en “Los ancianitos malos del
rock and roll”. Todo un espectáculo para arqueólogos y especialistas en momias
vivientes.
De longevidad probada, hasta hace diez años los Rolling
Stones fueron la única banda de los años sesenta que se mantuvo componiendo
canciones nuevas para el gusto de la juventud y cuyas canciones llegaban a los
primeros lugares del hit parade. Es probable que los grupos de pop y rock
moderno están más influenciados por ellos que por los Beatles. Mick Jagger es
el icono de la eterna juventud y de la rebelión adolescente. Maroon 5 tituló
una canción “Got the moves like Jagger” y Kesha en “Tik Tok” dice que no acepta
a ninguno de esos muchachos que le caen atrás y “les da una patada a no ser que
luzcan como Mick Jagger”.
Pero eso fue en 2011, en los últimos cinco años, los
enérgicos septuagenarios Stones originales (Ronnie Wood, el pichón de solo 68
años se sumó a la banda en 1975), han perdido mucho de su lustre. Ya no
componen nada nuevo que valga la pena, sus giras, como las de las demás bandas
de los sesenta, se dedican a repetir éxitos pasados (no se les puede criticar,
después de todo, los compusieron ellos), meramente en busca de más dinero. Han
pasado a ser parte oficial del establishment del glamour de las revistas del
corazón.
Yo me alegro que vayan y toquen de gratis. Al menos le
harán la noche a alguno de aquellos viejos roqueros a los que no se le
permitió, por decreto gubernamental de la casta aún dominante, oírlos libremente.
No creo que queden muchos fieles, la mayoría anda por estos lares, pero espero
que los disfruten los que queden.
No tengo idea de cómo se hará para entrar. El hecho de
que los presenten en un sitio cerrado me hace pensar que querrán controlar la
entrada de sus súbditos y convocarán a todas las organizaciones de masa para
que asistan ordenadamente y así minimizar la asistencia de los fieles roqueros.
Porque por supuesto, los Stones han influenciado a muchas generaciones más
jóvenes que la de los viejos roqueros aplastados por el sistema. Pero este tipo
de espectáculo le da dolor de cabeza al Ministerio del Interior, siempre corre
el peligro de que el vulgo se desate en algo imprevisto.
No sé, si yo aún viviera en Cuba (cosa que me cuesta
trabajo imaginar), fuera a verlos. Fui de esa generación para la cual escuchar
esa música era arriesgar los estudios, ser llamado al Servicio Militar
Obligatorio, o a la UMAP y perder de por vida toda oportunidad de tener una
carrera. A muchos les pasó. Para mí los Stones, asi como los Who, Led Zeppelin,
Grand Funk Railroad, Buffalo Springfield, Beatles, Traffic, Cream y tantos
otros, no solamente tenían la efervescencia del momento, sino el añadido
encanto que les daba la censura. Me servían como definición ideológica y le
daban causa a mi rebeldía.
A estas alturas ya no me entusiasman. Los he podido ver
aquí y no lo he hecho. No soy proclive a la nostalgia. Al menos en 1979 durante
el Havana Jam, en el cual a pesar de todas las restricciones y controles pude
colarme las tres noches gracias a los buenos oficios de un amigo entonces
yugoslavo (ahora croata), Weather Report, John McLaughlin, Tony Williams, Jaco
Pastorius y Billy Joel estaban aún en su mejor momento y mantenían su condición
de censurados hasta ese día. Incluso fue un concierto rigurosamente vigilado.
Hoy en día, aquí, prefiero ir a ver a The Black Keys, a Gary Cole Jr., a
Alabama Shakes o a Linkin Park.
Quizá me molesta que los Stones vayan ahora cuando está
de moda ir. Mucho después que Audioslave, un grupo americano y que por
entonces, en 2005, estaba en pleno apogeo, tocara en el protestódromo, una
plaza abierta más difícil de controlar (y como ejemplo está el
reciente concierto de Major Lazer y Diplo, aunque no son bandas de rock). Eso
los hace un grupo más que se suma al barullo.
No creo, como piensan muchos exilados, que la ida (o no)
de los Stones tenga ningún tipo de influencia en el destino del gobierno de los
Castro. Ni que su concierto legitime nada (ellos están legitimados por casi
sesenta años en el poder). Pienso, al contrario, que para el dictador sin
discurso, el hombre que dirige ahora una satrapía sin épica, el hombre sin
carisma, esta es una concesión necesaria para dejar que se escape un poco de
frustración de las masas, para ahogar el descontento esta vez a ritmo de rock
and roll. Es una suerte de derrota ideológica en un país en el cual la
ideología funcionó como forma de represión y de la cual (de la ideología, no de
la represión), ya queda poco. Visto así, el concierto es parte del sainete.
Quiero pensar que quizá por eso van Mick, Charlie y
Keith, por esa inclinación que siempre han tenido de conmiserar a los tiranos
del este (¿o a los oprimidos?), ya que tocaron en Varsovia en 1967 y se les
negó presentarse en Moscú dos años después. Como expresaban, cuando eran Jagger,
Richards, Watts, Wyman y Brian Jones: “So if you meet me/Have some courtesy/ Have
some sympathy and some taste/…Use your well learned politesse/Or I’ll lay your
soul to waste, mm yeah”.
Quizá esta vez los viejos roqueros que hayan podido
llegar al espectáculo, piensen que los versos son dedicados al tirano y en su
fuero interno sientan que se han desquitado, que finalmente se ha hecho
justicia poética.
Roberto Madrigal
Good stuff, Bob.
ReplyDeleteBye the way, a los de la in-seguridad siempre les duele la cabeza. Se dice que uno de ellos, de los de la embajda de aquí en Santo Domingo, estuvo involucrado en la "deserción" de los Gurriel Brothers. Yo tenía un chiste: "Dice uno: Los tígueres de la seguridad cubana en el hotel están cabrones" El Otro: "¿Con los scouts y buscones y los peloteros cubanos?". Responde: "Sí, porque ninguno le hace una foerta a ellos". Si no es un dolor de cabeza por una cosa, es por la otra. Un abrazo.
Madrigal, por lo que se entiende en "El escenario para los Rolling Stones estará listo en unos cinco días" (Diario de Cuba, http://www.diariodecuba.com/cultura/1457448188_20774.html) la presentación no será "en un sitio cerrado", sino en los terrenos aledaños a la Ciudad Deportiva.
ReplyDeleteMuy bueno Roberto , muy bueno . A mi casi que me depuran de la escuela por tener un disco de música rock, que me habia prestado Pepe C , mis padres tuvieron que ir ( los dos , papi and mami ) a la dirección de la escuela donde me tenían detenida por diversionismo ideológico .una ridicules . Pero qué podemos decir , todas esas historias resultan obsoletas antes los nuevos acontecimientos,good for Cuba , its not my problem thank god,and good for the RS si quieren hacer un statement . Yo ,si quiero ver un espectáculo, escojo cuando , donde y con quien , imaginate en la ciudad deportiva , o en los terrenos aledaños , no será mi grupo étnico , no iría ni aunque me pagaran . Como bien expresas , será un show penoso en todos los sentidos , un deterioro total.
ReplyDeleteNo pan y algo de circo para el pueblo.
ReplyDeleteTu amigo del norte.