Monday, March 7, 2016

Conmiseración por el diablo


But what’s puzzling you
Is the nature of my game, oh yeah, get down, baby.

Con cincuenta años de retraso llegan a La Habana “Los chicos malos del rock and roll”, ahora convertidos en “Los ancianitos malos del rock and roll”. Todo un espectáculo para arqueólogos y especialistas en momias vivientes.

De longevidad probada, hasta hace diez años los Rolling Stones fueron la única banda de los años sesenta que se mantuvo componiendo canciones nuevas para el gusto de la juventud y cuyas canciones llegaban a los primeros lugares del hit parade. Es probable que los grupos de pop y rock moderno están más influenciados por ellos que por los Beatles. Mick Jagger es el icono de la eterna juventud y de la rebelión adolescente. Maroon 5 tituló una canción “Got the moves like Jagger” y Kesha en “Tik Tok” dice que no acepta a ninguno de esos muchachos que le caen atrás y “les da una patada a no ser que luzcan como Mick Jagger”.

Pero eso fue en 2011, en los últimos cinco años, los enérgicos septuagenarios Stones originales (Ronnie Wood, el pichón de solo 68 años se sumó a la banda en 1975), han perdido mucho de su lustre. Ya no componen nada nuevo que valga la pena, sus giras, como las de las demás bandas de los sesenta, se dedican a repetir éxitos pasados (no se les puede criticar, después de todo, los compusieron ellos), meramente en busca de más dinero. Han pasado a ser parte oficial del establishment del glamour de las revistas del corazón.

Yo me alegro que vayan y toquen de gratis. Al menos le harán la noche a alguno de aquellos viejos roqueros a los que no se le permitió, por decreto gubernamental de la casta aún dominante, oírlos libremente. No creo que queden muchos fieles, la mayoría anda por estos lares, pero espero que los disfruten los que queden.

No tengo idea de cómo se hará para entrar. El hecho de que los presenten en un sitio cerrado me hace pensar que querrán controlar la entrada de sus súbditos y convocarán a todas las organizaciones de masa para que asistan ordenadamente y así minimizar la asistencia de los fieles roqueros. Porque por supuesto, los Stones han influenciado a muchas generaciones más jóvenes que la de los viejos roqueros aplastados por el sistema. Pero este tipo de espectáculo le da dolor de cabeza al Ministerio del Interior, siempre corre el peligro de que el vulgo se desate en algo imprevisto.

No sé, si yo aún viviera en Cuba (cosa que me cuesta trabajo imaginar), fuera a verlos. Fui de esa generación para la cual escuchar esa música era arriesgar los estudios, ser llamado al Servicio Militar Obligatorio, o a la UMAP y perder de por vida toda oportunidad de tener una carrera. A muchos les pasó. Para mí los Stones, asi como los Who, Led Zeppelin, Grand Funk Railroad, Buffalo Springfield, Beatles, Traffic, Cream y tantos otros, no solamente tenían la efervescencia del momento, sino el añadido encanto que les daba la censura. Me servían como definición ideológica y le daban causa a  mi rebeldía.

A estas alturas ya no me entusiasman. Los he podido ver aquí y no lo he hecho. No soy proclive a la nostalgia. Al menos en 1979 durante el Havana Jam, en el cual a pesar de todas las restricciones y controles pude colarme las tres noches gracias a los buenos oficios de un amigo entonces yugoslavo (ahora croata), Weather Report, John McLaughlin, Tony Williams, Jaco Pastorius y Billy Joel estaban aún en su mejor momento y mantenían su condición de censurados hasta ese día. Incluso fue un concierto rigurosamente vigilado. Hoy en día, aquí, prefiero ir a ver a The Black Keys, a Gary Cole Jr., a Alabama Shakes o a Linkin Park.

Quizá me molesta que los Stones vayan ahora cuando está de moda ir. Mucho después que Audioslave, un grupo americano y que por entonces, en 2005, estaba en pleno apogeo, tocara en el protestódromo, una plaza abierta más difícil de controlar (y como ejemplo  está el reciente concierto de Major Lazer y Diplo, aunque no son bandas de rock). Eso los hace un grupo más que se suma al barullo.

No creo, como piensan muchos exilados, que la ida (o no) de los Stones tenga ningún tipo de influencia en el destino del gobierno de los Castro. Ni que su concierto legitime nada (ellos están legitimados por casi sesenta años en el poder). Pienso, al contrario, que para el dictador sin discurso, el hombre que dirige ahora una satrapía sin épica, el hombre sin carisma, esta es una concesión necesaria para dejar que se escape un poco de frustración de las masas, para ahogar el descontento esta vez a ritmo de rock and roll. Es una suerte de derrota ideológica en un país en el cual la ideología funcionó como forma de represión y de la cual (de la ideología, no de la represión), ya queda poco. Visto así, el concierto es parte del sainete.

Quiero pensar que quizá por eso van Mick, Charlie y Keith, por esa inclinación que siempre han tenido de conmiserar a los tiranos del este (¿o a los oprimidos?), ya que tocaron en Varsovia en 1967 y se les negó presentarse en Moscú dos años después. Como expresaban, cuando eran Jagger, Richards, Watts, Wyman y Brian Jones: “So if you meet me/Have some courtesy/ Have some sympathy and some taste/…Use your well learned politesse/Or I’ll lay your soul to waste, mm yeah”.

Quizá esta vez los viejos roqueros que hayan podido llegar al espectáculo, piensen que los versos son dedicados al tirano y en su fuero interno sientan que se han desquitado, que finalmente se ha hecho justicia poética.


Roberto Madrigal

4 comments:

  1. Good stuff, Bob.
    Bye the way, a los de la in-seguridad siempre les duele la cabeza. Se dice que uno de ellos, de los de la embajda de aquí en Santo Domingo, estuvo involucrado en la "deserción" de los Gurriel Brothers. Yo tenía un chiste: "Dice uno: Los tígueres de la seguridad cubana en el hotel están cabrones" El Otro: "¿Con los scouts y buscones y los peloteros cubanos?". Responde: "Sí, porque ninguno le hace una foerta a ellos". Si no es un dolor de cabeza por una cosa, es por la otra. Un abrazo.

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  2. Madrigal, por lo que se entiende en "El escenario para los Rolling Stones estará listo en unos cinco días" (Diario de Cuba, http://www.diariodecuba.com/cultura/1457448188_20774.html) la presentación no será "en un sitio cerrado", sino en los terrenos aledaños a la Ciudad Deportiva.

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  3. Muy bueno Roberto , muy bueno . A mi casi que me depuran de la escuela por tener un disco de música rock, que me habia prestado Pepe C , mis padres tuvieron que ir ( los dos , papi and mami ) a la dirección de la escuela donde me tenían detenida por diversionismo ideológico .una ridicules . Pero qué podemos decir , todas esas historias resultan obsoletas antes los nuevos acontecimientos,good for Cuba , its not my problem thank god,and good for the RS si quieren hacer un statement . Yo ,si quiero ver un espectáculo, escojo cuando , donde y con quien , imaginate en la ciudad deportiva , o en los terrenos aledaños , no será mi grupo étnico , no iría ni aunque me pagaran . Como bien expresas , será un show penoso en todos los sentidos , un deterioro total.

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  4. No pan y algo de circo para el pueblo.
    Tu amigo del norte.

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