El Cardenal
Eugenio Pacelli, ya canonizado y desde el 2009 decretado como el Venerable Pio
XII fue un papa controversial. Todavía se discute su posición ante el nazismo.
Es cierto que salvó la vida de más de 700, 000 judíos y calladamente apoyó
muchos movimientos para proteger y salvar judíos durante la II Guerra Mundial.
Sin embargo, fue ampliamente criticado por lo que muchos vieron como su tibia
actitud ante Hitler.
Muchos
católicos polacos se sintieron traicionados por su ligera respuesta ante las
atrocidades de los nazis contra la Iglesia Católica polaca. Otros se sintieron
abandonados por su política de neutralidad durante la guerra. En 1942 provocó
la ira de varios gobiernos porque estableció relaciones diplomáticas con Japón.
Con Stalin
nunca pudo relacionarse bien. Le tenía pánico al comunismo y por otra parte
tenía poca influencia en la Unión Soviética, donde los católicos eran una
minoría exigua. Según muchos de sus aduladores, esa fue la razón por la cual
reservó sus condenas a Hitler. También justifican que debido a su tibieza,
muchas figuras de la alta jerarquía ecleciástica se retrataron junto a Hitler y
Mussolini, y aparecieron en diversas veladas organizadas por los gobernantes
nazis y fascistas.
Setenta años
después, el nazismo y el bloque soviético han desaparecido de la faz de la tierra.
Su legado ideológico solo recorre, vagamente como un débil espectro, algunos
países europeos, aunque hay que reconocer que han ganado alguna fuerza en los
últimos años. Pío XII es un papa venerado a pesar de la controversia. Su legado
fue mantener la fortaleza del dogma católico mucho después de la catástrofe
europea de los años cuarenta.
Ahora el papa
Francisco se retrata con Raúl Castro y hasta intercede en favor de las
relaciones de Cuba con Estados Unidos. Esto, por supuesto, molesta a muchos y
con razón. Pero no es el primer Papa en hacerlo, aunque sí el más activo con
respecto a la política cubana. No debemos olvidar que es argentino y por lo
tanto más cercano al fenómeno que representa la revolución cubana.
No está haciendo
nada muy diferente a lo que otros pontífices bajo distintas circunstancias han
realizado. Como estado político y espiritual, el Vaticano está obligado a ser
pragmático. Su fuerza reside en la influencia que pueda tener sobre sus
seguidores, ya que sus tropas no pasan más allá de la Guardia Suiza. En Cuba,
los católicos representan una relativa mayoría coherente dentro de los grupos
no identificados con el poder y las organizaciones oficiales.
El castrismo
pasó de la persecución desmesurada y cruel de los católicos a una aceptación de
su persistencia siempre y cuando mantengan una aceptable pasividad. La
obligación de la iglesia es mantener y abrir nuevos espacios para sus
feligreses. Eso lo han logrado pírricamente en Cuba. La Iglesia apuesta a la
eternidad y no a lo efímero de los gobiernos y las ideologías. Piensa que una
vez que los Castros desaparezcan, su presencia seguirá allí, garantizando el
más allá a sus seguidores. Tienen casi dos mil años de experiencia.
Para sus
objetivos no vacila en utilizar los servicios de traidores. Pedro, el primer
Papa, el fundador de la Iglesia Católica, traicionó a Jesús más de una vez. El
Cardenal Ortega y Alamino es un San Pedro de nuestros tiempos. Tampoco duda en
utilizar los servicios de amanuenses que calmen la sed de justicia de las
masas. En Cuba existe el dúo de Roberto y Lenier, capaces de decir cualquier
cosa y de justificar la mansedumbre, que como han dicho recientemente, se
encuentran encantados con que el papa Francisco “va a legitimar el proceso de
restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el proceso que se
está viviendo en Cuba…las necesidades de los cubanos y la metodología de la
distensión”. O sea, dejemos toda la solución de nuestros problemas en manos del
general Presidente.
A pesar de que
la infalibilidad del papa es un dogma establecido en 1870 que todo católico
tiene que aceptar, este se refiere solamente a las cuestiones de moral y fe. El
dogma no exonera al papa de cometer errores cuando se trata de posiciones
personales. Es difícil saber si el papa Francisco, está actuando meramente como
gobernante de un estado no-democrático o como un árbitro moral. En realidad,
las opiniones personales de las figuras públicas importan bien poco. Aunque
hasta ahora no está haciendo nada insólito ni fuera del panorama de la política
vaticana de las últimas décadas, hay que vigilar que su entusiasmo no lo
consuma y pase de ser un mediador práctico a un colaborador en la persistencia
del sistema. Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba son parte de una nueva
dinámica global que no tiene por qué convertirse en una legitimación de una
dictadura ni en una consumación de la tergiversación de la memoria histórica.
Raúl Castro,
que cada vez habla más parecido a Tres Patines, podrá querer hacerse el
gracioso diciendo que volveria a rezar y a ir a la iglesia dada su admiración
por Francisco, pero este gesto no puede borrar de un manotazo su historia de
abusos contra los católicos y su persistente violación de los más elementales
derechos humanos.
Roberto
Madrigal
Este es algo mucho mas grande
ReplyDeletehttps://es.wikipedia.org/wiki/Casos_de_abuso_sexual_cometidos_por_miembros_de_la_Iglesia_cat%C3%B3lica
Buen punto de Cid que implica que los dos Castros fueron abusados sexualmente en la Escuela de Belen por los padres Jesuitas
ReplyDeleteLos templos de Ninive y sus sacerdotes fueron olvidados hace mucho tiempo debajo de las arenas del tiempo. Los esclavos y los enemigos tampoco son recordados. A Tres Patines lo castigaban en La Corte Suprema. La sangre y los tormentos de los inocentes tambien seran olvidados.
ReplyDeleteTu amigo del Norte