Independientemente de lo que cualquiera piense de Tania
Bruguera como artista o como persona, no se puede negar que El susurro de Tatlin #6 ha resultado
todo un éxito. Puede también considerarse como uno de los desafíos culturales
más importantes a los que se ha tenido que enfrentar la tiranía de los Castro,
en este caso, además, han sido participantes involuntarios.
Si ente las principales características del arte se
cuentan la transgresión, la provocación y la desacralización, esta anunciada
performance ha cumplido con todo esto. Al advertir que iba a realizar esta
versión de su serie, que comenzara en el año 2009 en el Centro Wifredo Lam, en
la Plaza de la Revolución, de sobra conocía la reacción que iba a causar en la
burocracia cultural cubana. La plaza que heredó de Batista, la convirtió Castro
en su sitio sagrado. Su templo abierto en el cual por 56 años se han celebrado
sus actos, desfiles y congregaciones más significativas. Si se ha repetido
hasta el cansancio que la “calles es para los revolucionarios”, qué decir de la
Plaza. Es el sitio intocable y atreverse a utilizarlo como un Agora de verdad es
una afrenta inaceptable.
La reacción no se hizo esperar y Raúl Castro actuó como
acostumbra a hacerlo en situaciones similares, con arrestos e intimidaciones. Sus
amanuenses actuaron primero, reuniéndose y asustando con los argumentos de
siempre, que si no es el momento oportuno, que no se pueden hacer cosas sin una
planificación previa, etc. En ello consistió su rol en esta performance, algo
que quizá Bruguera tenía planeado de antemano.
El show continúa. Ya han salido artistas e intelectuales,
de aquí y de allá, a realizar declaraciones en su contra, que si fue
oportunista, que si no siguió los medios adecuados y toda la farsa que esgrime
el cobarde, porque Bruguera se jugó el arresto y ahora la amenazan con
levantarle cargos por diferentes delitos. Por cierto, que sí fue oportunista, en
el buen sentido de la palabra, aprovechó una oportunidad para desenmascarar al
opresor.
Un acto de expresión artística, por muy desafiante que
sea, no puede, por sí solo, echar abajo una tiranía, pero es un paso y es un
momento importante. Puede, sin embargo, mostrar el miedo que tienen los
totalitarismos de permitir la libre expresión artística y política. En el caso
cubano, ayuda a mostrar los límites de los llamados cambios raulistas.
La actitud de Bruguera contrasta, por otra parte, con la
tímida protesta de los cineastas cubanos del G-20, quienes para protestar la
supuesta censura que se le hizo al filme Regreso
a Itaca, del director francés Laurent Cantet con guión de Leonardo Padura,
basada en la novela La novela de mi vida,
de este último, tuvieron que apelar en su redacción a frases penosas como “Apoyamos a la dirección del Festival por
su acertada, inteligente y revolucionaria política de programación, inspirada
en las enseñanzas de un hombre como Alfredo
Guevara, quien
aprendió y se enriqueció de las experiencias, aciertos y errores de su larga y
ejemplar trayectoria.” O como “Aspiramos a recobrar cuanto
antes los tiempos en los que podíamos dialogar con las autoridades culturales,
las del Gobierno y el Partido, sobre cualquier tema, proyecciones futuras o
diferencias.”
Contrasta también con la
actitud del propio Padura, que pidió al director que guardara silencio, y que
ha optado por bajar la cabeza y negociar algún tipo de permiso. Bruguera no
necesitó permiso para su performance. Los cineastas y Padura actuaron con la
mesura de quien obedece al miedo. Bruguera no mostró miedo y eso sí que asusta.
Escribo esto en momentos
en los cuales me encuentro de viaje y con pocas condiciones para escribir un
artículo, pero no podía desechar la oportunidad de comentar al respecto, aunque
sea un poco apresurado y quizá con un entusiasmo que no suelo expresar, porque
la performance que ha desatado Bruguera, aún no ha terminado.
Roberto Madrigal
Muy buen analisis. No conozco a Tania Bruguera pero hay que reconocerle que con un simple anuncio ha puesto a correr a la Dictadura. Ahora, al igual que a Galileo, le estaran enseñando los instrumentos de tortura. Ya veremos que pasa despues y s I logran o no "enfriarla". Hoy por hoy, la pelea la gano ella con solo un anuncio.
ReplyDeleteMuy bien
ReplyDeleteMuy buena perspectiva, sólida y sobre todo bien escrita.
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