Arreglando papeles y moviendo libros hace unos días, me tropecé con una agenda que yo llevaba en Cuba, en el año 1977 y de cuya existencia me había olvidado hace años. Ni siquiera tengo idea de cómo y cuándo llegó a mis manos. Entre las anotaciones personales y datos sobre hechos de los cuales ya no tenía memoria, a pesar de que obviamente los viví (anoto, luego existo), me encontré con una lista de las mejores películas de todos los tiempos que había sido el resultado de una encuesta entre amigos, conocidos y allegados.
Ya he dicho anteriormente que reunirnos a hacer listas de las mejores películas del año era, en los terribles setenta, una afirmación de individualidad, un desafio al acoso cotidiano al cual se nos sometía. No creo que la mayoría de nosotros pensábamos que confeccionar listas era un evento canónico. Siempre lo consideramos como un punto de partida para discusiones sobre temas culturales, para cuestionar nuestras propias preferencias, para criticarnos entre nosotros mismos, aunque fuera en voz baja y a hurtadillas, ya que por aquel entonces cualquier discrepancia con la línea oficial, por muy mínima y baladí que fuera, podía ser objeto del castigo más encarnizado. Tampoco pensábamos que haciendo listas íbamos a socavar las fundaciones del sistema cultural imperante, sin embargo, nuestras reuniones llegaron a atraer la atención de los organismos de la seguridad del estado dedicados al cuidado de la cultura. Aunque parezca increible para muchos ahora, en la década del setenta, confeccionar en grupo una lista de películas o libros favoritos no solicitada por las autoridades culturales era considerado un acto de diversionismo ideológico.
La idea de una lista de las “mejores películas de todos los tiempos” se nos ocurrió tras leer, con mucho trabajo, ya que las fuentes de información no eran asequibles al hombre común, las listas que desde 1952 confeccionaba la revista inglesa Sight & Sound, que a partir de entonces, cada diez años, solicitaba la participación de los críticos de cine mas destacados del mundo para realizar una encuesta con la cual se llegaba a elaborar la lista. La revista lo ha seguido haciendo y este año toca una nueva versión. Otra fuente de inspiración fue la lista que con motivo de la Feria Mundial de Bruselas de 1958, elaboró la Cinematéque Royale de Belgique tras enviar, a 150 críticos de todo el mundo, una solicitud pidiendo su participación en el sondeo. Por ese motivo, el escritor y periodista Orlando Alomá, uno de los participantes de nuestra encuesta, la nombró “El Bruselas del Pobre”.
Realizar la encuesta tomó semanas, ya que muchos de los encuestados no tenían teléfono, el transporte era lento y casi inexistente por lo cual encontrarse personalmente con todos los convocados tomaba su tiempo y por supuesto, nadie se atrevía a enviar una lista por correos por temor a represalias. La compilación estuvo a cargo de Ricardo Oteiza, quien unos años después, ya en el exilio, fuera miembro del consejo de redacción de la revista Término, y yo. Los resultados se anunciaron en una reunión en mi casa en la cual participaron una gran cantidad de los encuestados, una excelente excusa para tomar aguardiente y babosear sobre cine.
En la agenda aparece la lista de los participantes y me sorprendió no solo la diversidad de criterios y de personalidades de cada cual, sino visto al cabo de los años, la forzada atomización de ese grupo de marginales y su desarrollo posterior. Ahora desperdigados por La Habana, Miami, Houston, Cincinnati, Madrid, New York y el otro mundo, entre los 24 participantes se encontraban el cineasta Tomás Piard (El viajero inmóvil), el crítico de cine, periodista y animador cultural Alejandro Ríos, los artistas plásticos Umberto Peña y Nicolás Lara, el escritor, periodista y también crítico de cine Alejandro Armengol, los escritores Daniel Fernández, Rafael Saumell y Jorge Posada y los inimitables iconos culturales Sara Calvo y Mariela Fajardo. También se encontraban dos grandes conocedores de cine, que nunca ocuparon puestos oficiales en la cultura cubana, a pesar de que Tomás Gutiérrez Alea les dedicó un agradecimiento en uno de sus libros, me refiero a los difuntos Héctor Pedreira y Guido García, ambos al menos veinte años mayores que nosotros. Después del cierre nos llegaron muchas listas que ya no pudimos incluir, porque el evento, para nuestra mala suerte, se conoció mas allá de los límites modestos que nos habíamos propuesto
Decidimos escoger 30 películas, que se dividirían entre el cine sonoro y el cine silente, ya que pensábamos eran formas de arte muy diferentes y no era correcto mezclarlos. Tras computar las 24 listas, dando puntos según el orden de preferencia, los resultados fueron los siguientes:
Los 15 mejores filmes silentes de todos los tiempos:
Los 15 mejores filmes silentes de todos los tiempos:
1.- The General (USA 1926), Buster Keaton; 2.- El Acorazado Potemkin (URSS 1925), Serguei Eisenstein; 3.- La Pasión de Juana de Arco (Francia 1928), Carl Dreyer; 4.- El Gabinete del Dr. Caligari (Alemania 1919), Robert Wiene; 5.- La quimera del oro (E.U.A. 1925), Charles Chaplin; 6.- Underworld (E.U.A. 1927), Joseph Von Sternberg; 7.- Intolerancia (E.U.A. 1931), David W. Griffith; 8.- Luces de la ciudad (E.U.A. 1931), Charles Chaplin; 9.- La última risa (Alemania 1924), Friedrich W. Murnau; 10.- Avaricia (E.U.A. 1925), Eric Von Stronheim; 11.- Nosferatu (Alemania 1922), Friedrich W. Murnau; 12.- La caja de Pandora (Alemania 1928), Georg W. Pabst; 13.- El viento (E.U.A. 1928), Victor Seastrom; 14.- Nacimiento de una nación (E.U.A. 1914), David W. Griffith; 15.- Un perro andaluz (Francia 1928), Luis Buñuel.
Los 15 mejores filmes sonoros de todos los tiempos:
1.- El ciudadano (E.U.A. 1941), Orson Welles; 2.- Vértigo (E.U.A. 1958), Alfred Hitchcock; 3.- Fresas Silvestres (Suecia 1957), Ingmar Bergman; 4.- Andrei Rubliov (URSS 1964), Andrei Tarkovski; 5.- Los 400 golpes (Francia 1959), Francois Truffaut; 6.- Ugetsu Monogatari (Japón 1953), Kenji Mizoguchi; 7.- Pedrito el loco (Francia 1965), Jean-Luc Godard; 8.- Persona (Suecia 1966), Ingmar Bergman; 9.- La diligencia (E.U.A. 1941), John Ford; 10.- Algunos prefieren quemarse (E.U.A 1959), Billy Wilder y Pather Panchali (India 1954), Satyajit Ray; 11.- 8 ½ (Italia 1963), Fedrico Fellini; 12.- Ladrones de bicicletas (Italia 1947), Vittorio de Sica; 13.- El séptimo sello (Suecia 1956), Ingmar Bergman; 14.- La dama de Shanghai (E.U.A. 1947), Orson Welles; 15.- Al azar, Baltasar (Francia 1966), Robert Bresson.
He transcrito la lista tal y como aparece en la agenda, anotada en marzo de 1977,sin correciones ortográficas o posibles errores de cronología. Muy discutible, pero no está mal. Es además un testamento del cine que veíamos, para bien o para mal.
Roberto Madrigal
Muy interesante lo de las listas, Roberto, gracias por compartirlo. Sería interesante tratar de reunir al mismo grupo y hacer una nueva encuesta...
ReplyDeletesaludos desde Taos,
la Te
sí, muy interesante. suscribo la lista completa. muchas gracias, roberto. abrazo. id.
ReplyDeleteBueno, a los que están en el otro mundo pueden invocarlos en una sesión espírita. Estoy seguro, además, de que la lista sería más larga. En fin
ReplyDelete