Total Pageviews

Monday, November 3, 2014

Los bufones atacan de nuevo


Tras perder su tiempo en los años 2011 y 2012 arremetiendo contra los reguetoneros, el exministro de cultura y ahora asesor de Raúl Castro para temas culturales, Abel Prieto, vuelve a la carga contra el gusto popular, esta vez con menos energía y con mayor solapamiento.

En el “Foro Consumo Cultural en Cuba: Arte, Cultura, Educación y Tecnología” que sesionó el fin de semana pasado en el Pabellón Cuba, Prieto estuvo en esta ocasión acompañado de otro bufón de la corte, el presidente de la UNEAC y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Barnet. Su objetivo central era atacar el “paquete” audiovisual que circula en Cuba cada vez con mayor popularidad y que incluye, entre otras cosas, videojuegos, películas y series televisivas que no tienen ni el visto bueno ni el permiso de las instituciones culturales oficiales. También levantaron barricadas contra lo que Prieto llamó el “nomadismo tecnológico”.

Lo cierto es que a quienes quieren mantener el control total del aparato cultural, que es el último instrumento de defensa con el cual cuentan, se les hace ya inevitable confrontar a las nuevas tecnologías que erosionan su control sobre la dieta ideológica, artística, cultural y de entretenimiento que debe consumir el pueblo. Se ven rodeados por las alternativas que estas tecnologías ofrecen y que hacen obsoleto el afán de regir desde la cima el gusto popular.

Esta vez se han visto obligados a aceptar abiertamente la existencia de estas alternativas como un desafío al cual tienen que enfrentar. Planean hacerlo con la creación de paquetes oficiales encaminados a educar al pueblo culturalmente. De nuevo utilizan el viejo lenguaje paternalista, típico de la visión totalitaria y fascista: si al pueblo no se le educa y se le controla, se descarría. Se resisten a admitir el cansancio mental que a lo largo de tantos años provocan sus mesas redondas, sus interminables discursos, sus programas de calidad deficiente y sus teques ideológico-culturales que emanan del Departamento de Orientación Revolucionaria. Se asustan ante el hastío que han provocado sus engendros y que en los últimos años se ha acentuado gracias a la existencia de alternativas. Las memorias USB como enemigo fatal.

Aunque en general los miembros del gremio cultural no han perdido el miedo, ni los dirigentes han soltado el garrote, hoy en día, aprovechando los cambios de la política migratoria, muchos artistas, actores, escritores y cineastas se mueven entre Cuba y el extranjero y no solamente han encontrado otros medios para darse a conocer, sino que han logrado otras fuentes de ingreso que les permite independizarse un poco de las migajas que hasta hace poco solamente eran ofrecidas por la UNEAC. Esto puede resultar muy peligroso a la larga, porque les quitaría el control sobre la producción cultural.

Pero Prieto, Barnet y sus compinches no se rinden, esta es una lucha crucial para ellos y con estos foros y sus declaraciones como: “en ningún momento el Estado va a ceder a los privados la decisión de la política cultural”, dejan claro que ellos y el gobierno, mantienen su visión de que la cultura está íntimamente ligada a la política y a la ideología del Partido. Esto va mucho más allá de los cambios administrativos. Para ellos, la cultura es la lucha política por otros medios. Dosificar y controlar estrictamente lo que consume el pensamiento popular es su objetivo. Los viejos hábitos nunca mueren.

Personalmente me resulta difícil conciliar la imagen del Abel Prieto que conocí desde muy joven, un tipo irónico, iconoclasta, con un agudo sentido del humor, ocurrente, culto, inteligente y sobre todo contraculturalista con este personaje que hoy defiende tozudamente los viejos y anacrónicos postulados de la cultura estatizada. Es cierto que lo dejé de ver hace más de treinta años, pero esa es la imagen viva que se mantiene en mi recuerdo. Muchas veces conversé con el escritor Carlos Victoria, otro amigo suyo de la misma época, al respecto. Todavía lo comento con un amigo que vive en California, es tema de conversación semanal. Entendemos que la gente cambia y que ese fue el camino que escogió, pero aún no damos con las razones que nos puedan explicar ese desvío.

El viejo amigo Abel convertido en el bufón principal de la corte, buscando controlar la cultura popular que tanto defendió entonces como cultura de la rebelión. Por supuesto, en su nueva posición, esa cultura que conoce muy bien, le resulta muy peligrosa. La cultura popular no respeta ni perdona el estatus de nadie. Es la cultura de la burla y del instante y eso no va bien con los dictadores y sus aliados.


Roberto Madrigal

3 comments:

  1. Todos los que conocimos al joven Abel Prieto nos hacemos la misma pregunta sobre su abyecta involución. En mi caso éramos condiscípulos en la Escuela de Letras y todos estábamos seguros de que la única explicación para su condición de "intocable", a pesar de su actitud contestataria con el sistema, era el hecho de ser hijo de su papá, a quien criticaba públicamente. Pero bueno, lo dijo hasta Brecht: " la opresión envilece a opresores y oprimidos".

    ReplyDelete
  2. Haber Prieto sabe eso perfectamente, el necesita de alguna forma justificar su "trabajo" con el CEO de la corporacion. El y Barnett "are running out of time" , la proxima de Prieto es disfrutar de una comida en "La Carreta" con parte de su familia y anorando sus dias de "college"
    By the way autor, muy bueno el post pero creo que no debia perder sus talentos escribiendo de estos personajillos.

    ReplyDelete
  3. Excelente texto, como de costumbre.
    Quiza una de las razones que puede explicar el "desvio", es el MIEDO. Ese tirano que casi siempre es el telon de fondo del comportamiento y decisiones en el ser humano. A esta altura de ese juego macabro, Abel Prieto tiene mucho que perder. Asi pues, sigue entrando en el aro, o perece.

    ReplyDelete