Existe un pequeño país, minúsculo e insignificante, que
insiste en mantener vivos los ideales del comunismo soviético. Es un país en el
cual los dirigentes sostienen el discurso cerrado y ortodoxo de los sóviets,
mientras se mueven en Mercedes Benz y BMW del año. En sus muñecas ostentan
costosos Patek Phillipe.
En las escuelas se enseña que el futuro pertenece por
entero al socialismo y en una, nombrada Che Guevara, aseguran que con el
triunfo del socialismo en todo el mundo, hasta los cataclismos ambientales
podrán ser controlados. Se enfatiza la importancia de los estímulos morales,
pero la cúpula gobernante está abierta a negociar con el mejor postor siempre y
cuando el capitalismo quede en sus manos.
En ese pequeño país hay gente que insiste que hubo tiempos
mejores, cuando el socialismo todavía campeaba por sus respetos, y añoran la
utopía. El presidente ha sido electo por unanimidad varias veces y la neolengua
domina el discurso cotidiano.
Pudieran pensar, viniendo de donde vengo, que me refiero
a Cuba. Pero no, me refiero a Transnistria, un pequeño país fronterizo entre
Ucrania y Moldavia. Por un tiempo perteneció a Ucrania como región autónoma y
cuando se creó la Moldavia soviética en 1940, pasó a ser parte de ella, pero
cuando los moldavos se independizaron y adoptaron el rumano como lengua
oficial, los transnistrios, decidieron ser fieles al idioma ruso y se
declararon independientes de Moldavia.
Hoy en día Transnistria es internacionalmente reconocida
como parte de Moldavia, excepto por Rusia, Osetia del Sur, Abjazia y
Nagorno-Karabaj, que la reconocen como república independiente. Sus regiones
montañosas, que en 1941 sirvieron de refugio a miles de judíos que escapaban de
la ocupación nazi en Ucrania, hoy sirven de zonas de comercio para bandas de
narcotraficantes y mercaderes de armas. En sus zonas bajas, esteparias, pululan
los restos de inmensas estatuas de Lenin, Stalin y otras figuras de la antigua
U.R.S.S. Muchos de quienes controlan el comercio ilegal, son antiguos generales
soviéticos, que se adueñaron de casas y dachas cuando cayó el Muro de Berlín.
Transnistria vive una dinámica de cambios controlados en
una era postsoviética pero bajo un gobierno sovietizador. Existe un grupo de
jóvenes que se mueven entre una burocracia más flexible y una apertura al
capitalismo, pero todo se limita a beneficiar a la cúpula dominante y muy poco
se extiende al pueblo. La miseria es lo más generalizado. Transnistria no
siendo Cuba, puede ser su imagen especular.
Roberto Madrigal
Muuuuyyy interesante. No conocia a Transnistria. Solo que en Moldavia no se habla el Rumano, se habla Moldavo, que es una lengua romance más. Muy linda. Las canciones en moldavo son muy hermosas.
ReplyDeleteCierto, pero adoptaron el rumano (primo hermano del moldavo) como lengua oficial en 1992
DeleteSi el pais se llama Transnistria(parece decir transilvania) y hablan rumano; Tienen vampiros? Porque Cuba no tiene nada que ver con Haiti ni los cubanos hablamos framces y como tu sabes ......Cuba esta llena de zombies.
DeleteTu amigo del Norte
Great readinng your blog post
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