Wednesday, July 17, 2013

La saga de los vencidos



Cuatro generaciones de alemanes orientales desfilan por las páginas de En tiempos de luz menguante, la novela de Eugen Ruge que le valiera el premio Alfred Doblin y con el Deutscher Buchpreis, el premio literario más importante que se concede en Alemania.

La novela va tejiendo la saga de la familia Umnitzer. Comenzando con el patriarca Wilhelm Powleit que es en realidad el único que no tiene lazos genéticos con el resto de la familia, probablemente con la idea de acentuar la bastardización de un país artificialmente dividido por cinco décadas. Powleit es un hombre rodeado de leyenda, a quien se le atribuye estar entre los fundadores del proyecto de Alemania oriental. Nacido en 1899 es un comunista desde principios de siglo, se le asocia con Karl Liebnecht y Walter Ulbricht, se conjetura que fue espía del partido comunista alemán en México y después se dedicó a labores de propaganda intelectual. Muchas veces condecorado, toda su historia puede que no sea más que una farsa. Su esposa Charlotte clama haber militado en el partido comunista por 62 años y haber sido una fiel investigadora de asuntos sociales.

Karl, el hijastro de Wilhelm, es un marxista convencido que durante el estalinismo fue víctima de las purgas y enviado a un gulag soviético. Allá, en una remota aldea siberiana, conoció y se casó con la campesina rusa Irina y tuvieron un hijo, Alexander, quien parece ser un discreto alter-ego del autor. Alexander nació en la Unión Soviética y nunca se ajustó a la vida en Alemania oriental. Contestatario desde temprano, se desarrolló como dramaturgo y a la larga emigró al occidente. Su hijo Markus , producto de un matrimonio desastroso con una psicóloga sin antecedentes comunistas que nunca fue aceptada por la familia, ya pertenece a una generación desarraigada, que culpa a sus predecesores de todos los males de la sociedad y que enarbola la suástica, no como símbolo nazi, sino supuestamente como adhesión a los principios hinduistas, los cuales, hace miles de años, crearon este signo como representación de fuerzas sagradas y buenos augurios.

La novela se ancla en el primero de octubre de 1989, durante la celebración del cumpleaños de Powleit, pero salta elípticamente entre 1952 y 2001. Cuando nos encontramos a la familia reunida durante la celebración, es un núcleo mal llevado en el cual cada generación detesta a la anterior y viven en un perenne ajuste de cuentas. A pesar de ello, una corriente afectiva les recorre y mantiene la unidad. Los movimientos elípticos nos permiten conocer individualmente a cada uno de los componentes de la familia, otorgando densidad dramática y vitalidad a los personajes, sin dejar de aproximarse a los grandes problemas sociales que enfrentaron quienes tuvieron que vivir en la vitrina del socialismo real. Cada generación destila sus pequeñas envidias, sus fracasos y muy pocos triunfos.

Todo el tema y la trama de la obra son envolventes y fluyen fácilmente desde el punto de vista de la elaboración de personajes y situaciones. Ruge aborda la saga con gran paciencia, elevando su edificio ladrillo a ladrillo. Digiere la Historia con lucidez. Dicen que durante una lectura a Gunther Grass se le apagó la pipa, pero habría que preguntarse si es por lo cautivante del tema y de su desarrollo o por el problema que presenta la novela. A Ruge el lenguaje no se le da con facilidad y a veces las construcciones gramaticales son torpes. En el caso de la edición española de Anagrama, esto se agrava por lo pésimo de la traducción a cargo de Richard Gross, un austríaco con doctorado en traducción y filología hispánica, que posee un imponente currículo, en el cual incluye traducciones de Hans Magnus Erszenberger, Theodor Adorno, Sigmund Freud, Erick Hackl y Gabriel García Márquez, pero que aquí no demuestra ninguno de sus atributos ya que su selección de palabras se mueve entre lo llano y lo académico, dificultando la lectura de la novela, haciéndola a ratos incomprensible con giros gramaticales desatinados.

Eugen Ruge (Sosva 1954), nació en los Urales y como el Alexander de su novela, vino de pequeño a la República Democrática Alemana. Cursó estudios de matemática en la Universidad de Humboldt, para tras un breve periodo de labor científica, dedicarse a trabajar en documentales para los difuntos estudios de la DEFA. Al igual que su Alexander, emigró al oeste en 1988 y se dedicó por completo al teatro y la televisión. En tiempos de luz menguante es su primera novela, que a pesar de los defectos mencionados, es una obra importante, que toca un tema desde un punto de vista nunca antes visto, el de los vencidos por el devenir histórico, el de una familia fundacional de uno de los más disparatados proyectos sociales, en el cual, como se cita en la novela, se especializaron en “crear ruinas sin armas”.

En tiempos de luz menguante. Anagrama 2013. Barcelona, España. Autor: Eugen Ruge.394 páginas. El libro puede adquirirse a través de Amazon y se anuncia que saldrá en inglés en septiembre.

 
Roberto Madrigal

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