Hay una secuencia en El
ciudadano, en la cual Charles Foster Kane, que interpreta Orson Welles, ha
enviado a un corresponsal a La Habana para que reporte lo que él anticipa de la
guerra en Cuba, poco antes de que entraran los americanos en la contienda, y
Kane recibe un telegrama de Wheeler, su corresponsal y le pide a su asesor
Bernstein que se lo lea. Bernstein va leyendo: “Las mujeres son deliciosas en
Cuba. Stop. Le pudiera enviar poemas en prosa sobre el paisaje, pero no quiero despilfarrar
su dinero stop. No hay guerra en Cuba. Firmado Wheeler”. Kane, calmadamente, le
dice a su asesor que tome nota y le envíe una respuesta a Wheeler, y le dice a
Bernstein que escriba: “Tú envía la prosa que yo pongo la guerra”.
La secuencia es una imagen de una anécdota real en la
cual William Randolph Hearst, el magnate de la prensa americana que representa
el personaje de Kane en El ciudadano,
en una situación similar en 1897, recibió una nota del fotógrafo Frederick Remington,
al cual había enviado a Cuba, en la que este le pide que lo deje regresar a Estados
Unidos porque en Cuba no encontró señales de guerra y Hearst le contestó: “Tú encárgate
de mandar las fotos, que yo pongo la guerra”.
A casi cuatro meses del anuncio del restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, tras varias reuniones
entre Roberta y Josefina, la naturaleza parece imitar al arte. En este caso,
Cuba pone la pose, la prosa y la guerra, mientras que Estados Unidos hasta
ahora solo provee una pose displicente.
No que no lo hubiera anticipado, pero evitando el
simbolismo de que el restablecimiento indicara una rendición de los “valores y
principios revolucionarios”, el general a quien no le importa tener quien le
escriba, ha vuelto a poner al país en pie de guerra ante la posible invasión de
los turistas y bienes de consumo americanos.
Primero adopta la pose de hombre soberbio, que ha tomado
la decisión sin abandonar sus principios y para demostrar que no le teme al
enemigo del cual dice no necesitar nada. Esta pose la asumirá nuevamente esta
semana en la cumbre panameña, donde seguramente saludará con fría cordialidad
al mandatario americano para luego denunciar, cuando le toque su turno ante los
micrófonos, todas las pérfidas ideas de los imperialistas en sus deseos de
eliminar los ideales revolucionarios de América Latina, que dirá encarnan los
pueblos de Cuba y Venezuela en las figuras de sus líderes. Por supuesto él y
Maduro.
La prosa ha surgido rabiosamente en los centros de
trabajo de la isla, en los cuales se ha exigido de los trabajadores que firmen
cartas, redactadas por el partido, denunciando la política de Obama hacia
América Latina. También se han hecho repartir documentos que deben ser apoyados
por los colectivos laborales, indicando la fidelidad a los principios del Che y
de Fidel. Hoy en Cuba todo el mundo firma.
Por último ha declarado su guerra contra los opositores,
aumentando los arrestos arbitrarios en los últimos dos meses. No hay tregua con
el enemigo. Hay que defender la ideología en la cual ya nadie cree y si bien el
general Castro es incapaz de sonar convincente, en parte porque ni él mismo se
lo cree y en parte por su falta de capacidades histriónicas y su poco carisma,
pues sus acciones de violencia grotesca tienen que resultar persuasivas. Es
parte de su lucha por la supervivencia, mientras espera que la erosión del
tiempo se lo lleve junto con sus secuaces y que después venga el diluvio.
Los americanos posan de calmados y mantienen su línea de
ataque, que no es más que una búsqueda de posicionamiento para una vez que la
biología cumpla su trabajo, tener una influencia en la isla y aprovecharse y
dominar las oportunidades de comercio que se abran una vez que esta vuelva a
comportarse como su vecino natural. Al mando de quién importa poco.
Mientras tanto, la población sigue soñando que un milagro
solucione sus problemas. Con solo la impotencia en sus manos y sin posibilidades
de tener influencia alguna, esperan que esta vez sea el viento del norte el que
provoque el movimiento de Lola.
Roberto Madrigal
Una vez mas................Viva la pepa!!!!!!!!!!
ReplyDeletetu amigo del norte